Juan Alvarez y José David Londoño no se conocen, pero una historia similar los une. El primero lleva 40 años vendiendo repuestos de automotores en una esquina del barrio Naranjal. Al segundo, 40 años de experiencia en Barrio Triste lo hacen el mas reconocido esparraguero del sector.

“Uno no entiende porque le dan salida a otros cuando éste ya tiene los diseños y un proceso de consolidación de varios años” se pregunta Héctor Vargas, director de Cornaranjal

El proyecto como se concibió en el Acuerdo 1284, aprobado en el 2000 pretendía desarrollar inicialmente la unidad de servicios automotrices y luego las siguientes que tienen que ser con vivienda, pero la mayoría de servicios automotrices que hoy se ofrecen, la realizan arrendatarios y trabajadores informales que a veces utilizan la via pública y que no están interesados en iniciar esta etapa porque allí trabajan tranquilos.

Para el gremio de los mecánicos, la propuesta de la municipalidad de cambiar el orden de las prioridades en el plan y empezar por la unidad residencial no los beneficia en nada. “Para dónde nos vamos a ir si lo que se pretendía era respetar nuestro lugar de trabajo” se pregunta Juan. Eso significa, asegura el director de la corporación, desplazar mas de 3.000 personas de los talleres mecánicos, entre otros

A estos dos barrio los une una historia similar. Ambos tienen una vocación automotriz y en ellos quieren forjar un ejemplo de renovación urbana

Ambos planes están en el POT. En Naranjal el 40% de la tierra está en manos de una familia que pretende hacer el desarrollo de gestión, pero el esquema del decreto no lo permite […] La propuesta fue llevada al consejo consultivo para hacer dicha modificicación. Lo único que se altera es el orden de la ejecución