Moravia: Un escenario de resistencia y memoria

En barrio símbolo del desastre de hábitat que tiene Medellín es Moravia. Un barrio en un morro de basuras. Una comunidad desplazada de otras partes con muchos dolores que querían y quieren  que no los muevan más, que incluso aceptan vivir encima de la porquería de las décadas pasadas de esta ciudad pujante, pero que por favor no los desplacen más.

Este video que vimos en un foro del cineclub Pulp Movies, nos sirve de referente para recordar que las luchas por la casa digna ha sido larga:

 

 Este video pone de relieve las expresiones escénicas que desde los primeros momentos han acompañado la cotidianidad del barrio. De un lado, muestra el testimonio de cuatro mujeres que vieron nacer a Moravia y que crecieron con ella: mujeres que hicieron uso de la teatralidad como una herramienta de cohesión comunitaria y que lograron convertir la protesta en un canto popular que reivindicó su derecho a la vivienda, a la ciudad. De otro, muestra cómo estas manifestaciones vienen desde la memoria que habitan a nutrir hoy la experiencia de un grupo de jóvenes del barrio que hoy vive su propia apuesta escénica.

Argumento

Mientras la ciudad se reinventa agitándose sobre sí misma, desde su corazón llegan los recuerdos frescos de un pasado alimentado por la basura.
En este escenario, quienes intervienen son los protagonistas de su propia historia, sujetos de transformación social que nos brindan una perspectiva invaluable de las circunstancias que enmarcaron el surgimiento del barrio Moravia, como lugar común de lucha, solidaridad, resistencia y dignidad.

Dirección:
Carlos Alberto Serna Quintana – Humberto Parrado Manrique

 

El gobierno se la pasa mostrando a Moravia como un caso de éxito. Es su símbolo, y también el de muchos académicos.

Los habitantes que aún resisten dicen que muchos de los que se fueron han vuelto porque no les gustó ese lugar, y que el gobierno les ha incumplido muchas veces, y que la casa de la cultura la maneja un privado, y que…. muchas cosas más de las cuales no somos expertos.

Como barrios las comunidades deben juntarse porque los está afectando el mismo Plan de ordenamiento dictado por los gustos y exigencias de una ciudad pensada desde el escritorio que mira atrás de internet a Europa.